Comprar llantas usadas puede parecer tentador, por los precios más bajos a los que se ofrecen respecto a las llantas nuevas, por si quieres ahorrar un poco de dinero (que a la larga no será así), y por si necesitas adquirirlas para alguna emergencia y consideras que es una opción temporal.
Sin embargo, las llantas de uso o seminuevas pueden tener dos malas condiciones: Es posible que sean llantas que se comercializan realmente después de un primer uso o que sean llantas que han pasado por un proceso de recuperación.
Otra gran desventaja de las llantas usadas es que no
poseen ninguna garantía, por lo que no tendrás ningún respaldo en caso
de que te den problemas. Además, el estado en que las adquieras puede no
ser el real porque algunas llantas son sometidas a un proceso de regrabado.