La presión adecuada es un factor de seguridad y de duración. Se tiene que checar sobre llantas frías. En caso de un control sobre llantas calientes, hay que añadir 5 Psi a la presión aconsejada.
Es necesario checar las presiones regularmente (cada 2 semanas o antes de realizar un viaje largo).
Una baja de presión se explica por:
- Una filtración natural del aire de inflado a través de los componentes de la llanta.
- Las variaciones de temperaturas (sobre todo bajas).
- Pequeñas perforaciones que, en el caso de llantas radiales, no se ponchan inmediatamente, pero que con el tiempo pueden generar daños irreversibles.
No hay que olvidarse de checar la llanta de refacción.